El gorro de papá
En medio de la celebración, hubo una tragedia. Era la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de Verano de 1992, en Barcelona. Uno por uno, los equipos entraban en el estadio y desfilaban por la pista ante la ovación de 65.000 personas. Pero en una parte de la tribuna se produjo tensión y tristeza cuando Peter Karnaugh, el padre del nadador estadounidense Ron Karnaugh, murió de un paro cardíaco.
La gran reaparición
Nos gusta leer sobre reapariciones; sobre personas o empresas que están al borde del desastre y que dan vuelta la situación. La compañía Ford Motor es un ejemplo de esto. En la década de 1940, la empresa casi desaparece porque los líderes se negaban a modernizarla. En realidad, el gobierno estuvo a punto de tomar la compañía por temor a que su desaparición comprometiera los esfuerzos norteamericanos en la guerra. Pero, cuando Henry Ford II fue dado de baja del ejército para liderar la empresa, la situación cambió, y esta se convirtió en una de las corporaciones más grandes del mundo.
Impacto por Cristo
Durante años, he tenido el privilegio de acompañar a jóvenes en ocho viajes misioneros. Algo que aprendí en esas excursiones es que las personas de esa edad son lo suficientemente adultas como para producir un impacto por el nombre de Jesús; ya sea en mí o en la vida de otras personas con las que interactúan.
Mala elección
El presentador de televisión Larry King le preguntó a una estrella del espectáculo, ya anciano, sobre el cielo. Como prólogo, se refirió a una frase que le había dicho Billy Graham, que «él sabía qué estaba por delante: el paraíso; que iba a ir al cielo».
Confianza y tristeza
A principios de 1994, cuando con nuestra familia nos enteramos de que el equipo de fútbol de Estados Unidos jugaría la Copa del Mundo en Michigan, el estado donde nací, supimos que teníamos que estar allí.
Dos palabras
En los anales de la historia publicitaria en los Estados Unidos, uno de los eslogan más eficaces que ha habido es la pregunta de los productores de leche californianos: «¿Bebiste leche?». Con esta frase, el grupo captó la atención de casi todos. En unas encuestas, más del noventa por ciento de la gente reconoció el lema.
Poder estelar
Para todos nosotros que, como Job, hemos padecido tragedias y, después, nos atrevimos a cuestionar a Dios, el capítulo 38 de Job debería darnos mucho en qué pensar. Imagina cómo se habrá sentido el gran hombre de Oriente cuando «desde un torbellino» oyó que Dios decía: «¿Quién es ése que oscurece el consejo con palabras sin sabiduría? Ahora ciñe como varón tus lomos; yo te preguntaré, y tú me contestarás» (vv. 1-3). ¡Glup!
Entender
Un periodista deportivo, creyente en Cristo, visitaba las instalaciones de un equipo de la liga profesional de béisbol. Mientras conversaba con un jugador, también creyente, pasó un directivo y notó que, después de perder un partido difícil, ellos hablaban de «cosas cristianas». Así que, regañó al reportero por no hablar del juego y se fue. El famoso lanzador le dijo al periodista: «Lo lamento. Simplemente, no capta».
Medalla de oro al esfuerzo
En 2009, durante el campeonato de atletismo de escuelas secundarias en Kansas, sucedió algo inusual. El equipo femenino que ganó la carrera de relevos de 3.200 metros fue descalificado. Pero más raro fue lo que pasó después. El otro equipo, al que se le dio el premio estatal en su lugar, se dio vuelta y entregó las medallas a las integrantes del equipo descalificado.
Conocer Su voluntad
Un joven que miraba al futuro y no estaba seguro de lo que traería aparejado el próximo año, llegó a esta conclusión: «Nadie sabe cuál es la voluntad de Dios». ¿Tiene razón? ¿La incertidumbre en cuanto al futuro se aplica al conocimiento de la voluntad divina?